Nuevo año, nuevos propósitos: también en el ámbito empresarial
Da comienzo un nuevo año y con él nuevas oportunidades, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Es época de cambios, sobre todo en años tan difíciles como estos, y no todos tienen por qué ser negativos. En el mundo de los negocios es muy común establecer propósitos empresariales para empezar con buen pie y mejorar el rendimiento y el ambiente de la empresa.
Existe un gran abanico de posibilidades a la hora de definir objetivos a cumplir para un negocio. Se pueden plantear propósitos tanto a pequeña como a gran escala, así como a corto o largo plazo.
Además, es posible abarcar diferentes áreas de especialización de la empresa, por lo que los cambios propuestos se acaban aplicando a todos los niveles. Es necesario reconocer la importancia de los propósitos empresariales y saber cómo aplicarlos a cada modelo de negocio
¿Por qué es necesario implementar propósitos de Año Nuevo en la empresa?
Una de las razones principales por las que es fundamental establecer objetivos para el Año Nuevo en una empresa es la función de guía que desempeña. En otras palabras, ayuda a determinar en qué punto está un negocio y a realizar un seguimiento de todas las etapas que atraviesa. De esta manera, es posible ver hacia dónde va encaminada la empresa y adelantarse a posibles problemas en el futuro, así como establecer una hoja de ruta para mejorar tanto la rentabilidad como la reputación de la marca.
Del mismo modo, le otorga al modelo de negocio un carácter innovador y una imagen fresca y moderna, ya que demuestra una voluntad de mejora y de adaptación a los nuevos modelos de trabajo, que tienen en cuenta tanto las nuevas tecnologías como las necesidades de los empleados y del público objetivo. Son tendencia en el mundo de los negocios y aportan un sinfín de beneficios en todos los sectores.
Por otra parte, favorece la motivación de los empleados, puesto que les estimula al establecer objetivos y proponer mejoras tanto en sus condiciones personales como en las de la empresa. Además, los propósitos empresariales suelen conducir a una mayor y mejor comunicación, así como a una carga de trabajo distribuida de manera más eficiente. En resumidas cuentas, los objetivos conllevan ventajas para todos, desde el empleado individual hasta la empresa en su conjunto.
Es por ello que se recomienda encarecidamente hacer uso de esta nueva estrategia empresarial que moderniza y beneficia a todos los eslabones de la cadena del modelo de negocio. Sin embargo, para ello es necesario saber con exactitud en qué consisten los propósitos empresariales.
¿Qué son los propósitos empresariales?
Los propósitos empresariales son objetivos que se fijan en una empresa al comienzo del año para incrementar sus beneficios y hacer más eficiente su funcionamiento. Dichos objetivos pueden ser generales o específicos en función de la meta que el modelo de negocio pretenda alcanzar.
- En los objetivos generales se busca una mejoría general de la empresa, ya sea en cuanto a beneficios o a eficiencia. Los métodos que se llevan a cabo para este tipo de propósitos suelen ser a largo plazo, ya que normalmente no se trata de problemas urgentes o puntuales. Del mismo modo, los objetivos estratégicos son ideales para los propósitos más generales, puesto que permiten desarrollar un plan más detallado que se pueda ejecutar a largo plazo.
- En los objetivos específicos, la meta es pulir aspectos concretos de la empresa que afectan a su rendimiento. En este caso, se abordan problemas delimitados y se ofrecen soluciones destinadas a este tipo de situaciones. Estos propósitos empresariales suelen fijarse a corto plazo, dado el carácter concreto, y a veces urgente, que estos presentan.
¿Cómo se fijan los propósitos empresariales?
Existen multitud de formas de establecer los propósitos empresariales adecuados para un negocio. Los objetivos se pueden determinar de manera directa o llevando a cabo análisis y observaciones en una empresa.
Si se opta por la primera vía, un recurso útil a la par que sencillo es preguntar a los empleados qué es lo que ellos mejorarían o qué les gustaría que implementara su empresa este año; por ejemplo, es posible recabar las opiniones de los trabajadores mediante encuestas. Aunque sea muy laborioso, garantiza unos resultados muy personales y detallados.
Por otra parte, también existe la posibilidad de seguir tendencias en cuanto a buenas condiciones laborales se refiere. Hoy en día es posible encontrar una gran cantidad de estudios y análisis sobre este tema, por lo que aplicarlos a un modelo de negocio no es nada complicado: solo son necesarias una buena planificación y la disponibilidad de los recursos necesarios para llevar a cabo los propósitos empresariales. Este método requiere poco tiempo, pero es menos fiable, ya que estas tendencias se basan en experiencias más genéricas.
Por último, el modelo clásico: el análisis y la observación de un modelo de negocio para determinar sus necesidades y carencias. Aunque parezca un método anticuado, es muy eficaz, ya que permite detectar problemas específicos en una empresa y aplicar soluciones diseñadas específicamente para ellos. Asimismo, puede servir para localizar los puntos fuertes de un sector o una actividad de la empresa y potenciarlos para obtener mayores beneficios. A pesar de ser el método más lento, es muy preciso.
Ejemplos prácticos de propósitos empresariales
En términos prácticos, es posible aplicar los propósitos empresariales en una gran variedad de ámbitos. En ellos se incluyen las condiciones laborales de los empleados y la imagen y recursos de la empresa, entre otros. A continuación, enumeramos unos cuantos ejemplos para poder ser más concreto con los objetivos a fijar en la empresa para el año que acaba de comenzar.
- Flexibilizar el horario: Es fundamental que los trabajadores de una empresa puedan compaginar su vida personal con el trabajo, por lo que un horario flexible es un propósito excelente si se quiere conseguir un ambiente de trabajo más relajado y conciliador. Al mismo tiempo, puede incrementar la productividad y la motivación de los empleados.
- Posibilitar el teletrabajo: Tras dos años de pandemia, se ha demostrado que el teletrabajo aporta una gran cantidad de beneficios tanto para la empresa como para los empleados. Este objetivo está estrechamente relacionado con el anterior, ya que el teletrabajo favorece la conciliación familiar y personal al disponer de una mayor libertad en los horarios.
- Delegar acciones y establecer una comunicación horizontal: Uno de los mejores métodos para reducir la carga de trabajo de los trabajadores es delegar acciones. De esta manera, se reduce considerablemente el número de tareas que tiene que realizar un solo empleado, por lo que el ambiente de trabajo mejora de forma notable. Del mismo modo, es muy importante que la empresa se comunique de forma horizontal, es decir, que el mensaje llegue a todos a la vez y no tenga que pasar por toda la cadena de mando. Esto agiliza la comunicación y la hace más sencilla, creando así un ambiente más igualitario.
- Mejorar y reforzar las redes sociales: En la actualidad, el marketing digital es de gran importancia para una empresa, especialmente si se trata de la visibilidad y popularidad en las redes sociales. Un propósito empresarial muy interesante para mantener el negocio actualizado es mejorar la presencia en las redes. Así, se logra una imagen más moderna y cercana de la empresa.
- Innovar: Del mismo modo que se producen beneficios materiales, los objetivos también ayudan a un modelo de negocio a adoptar una actitud más innovadora y buscar nuevos métodos para incrementar la rentabilidad. A pesar de tratarse de un proceso mucho más complejo y lento, permite a la empresa estar más actualizada y ser mucho más eficiente a largo plazo.
- Renovar el material de la empresa: Otro propósito empresarial que puede parecer menos importante, pero no por ello menos útil, es la renovación de los materiales y los recursos con los que cuenta una empresa. Ya sea para ahorrar en gastos o para dejar una huella de carbono mucho menor, una buena medida es reducir la cantidad de materiales innecesarios y optar por alternativas reutilizables y más ecológicas. De esta manera, el negocio se actualiza y ofrece una imagen mucho más comprometida con el medio ambiente.
Un buen propósito acaba siendo un gran cambio
Los propósitos de Año Nuevo son siempre sinónimo de motivación, cambio y mejoría, tres valores muy importantes para cualquier modelo de negocio. Si se plantean de la manera adecuada, pueden tener una gran repercusión en los beneficios y el rendimiento de una empresa.
Además de ser una tendencia actual, los propósitos empresariales ofrecen una imagen más renovada y fresca del modelo de negocio, mejoran las condiciones laborales de los empleados y, a su vez, el ambiente de trabajo.
Por otra parte, son flexibles en cuanto a tiempo y ámbitos de trabajo: se pueden establecer de manera inmediata o de cara a un futuro, y se pueden aplicar a casi todas las áreas de trabajo existentes. Sin lugar a dudas, se trata de una estrategia de marketing empresarial muy eficaz en todos los sentidos.