PMV (Producto Mínimo Viable): la forma menos arriesgada de lanzar un e-commerce
Emprender un negocio no es tarea fácil, especialmente en los tiempos que corren. Muchos empresarios se decantan por abrir primero sus modelos de negocio online ya que los e-commerce suponen un gasto mucho menor que un punto de venta físico. Aun así, es necesario establecer unas bases definidas y estar seguros de que la empresa generará suficiente rentabilidad.
Para ello, existe un método llamado PMV, que garantiza que un nuevo producto reúna las características y la calidad necesarias para que los clientes estén dispuestos a pagar por él. Gracias a esto, un emprendedor puede saber si su producto generará interés en el mercado y si su venta es viable. Explicamos en qué consiste y cómo aplicarlo a un modelo de negocio e-commerce.
¿Qué es un Producto Mínimo Viable?
Un PMV, o Producto Mínimo Viable, es un concepto de marketing digital que se basa en experimentar con un producto para comprobar su atractivo en el mercado y ver si cumple con los estándares adecuados de calidad. Normalmente, este estudio se realiza con el fin de verificar la rentabilidad de un futuro producto a la venta. No debe confundirse con un prototipo, ya que, mientras que este último solo busca representar visualmente el producto inicial, el PMV tiene como objetivo la interacción con los primeros clientes y su opinión.
El primer paso es construir el PMV: debe crearse tras realizar una serie de análisis y estudios en torno al producto en cuestión. Para empezar, tienen que identificarse tanto al cliente objetivo como a la competencia existente, ya que es de vital importancia conocer el punto de partida del producto y a qué alternativas se enfrenta en el mundo real. Asimismo, se necesita estudiar al detalle las necesidades y las características óptimas que este puede ofrecer.
Tras ello, se le ofrece el PMV al cliente para que pueda probarlo y otorgue así un feedback al modelo de negocio. Es muy importante preguntar al consumidor si estaría dispuesto a pagar por él, aunque no se trate del precio final del producto. Después de recopilar opiniones y experiencias del usuario, es posible adaptar y mejorar el producto para lanzar más adelante su versión final al mercado.
Un producto enfocado a los early adopters
Los early adopters son los primeros clientes o usuarios de un producto. Se dedican a probar un artículo antes de que salga a la venta y proponer mejoras o cambios para el mismo, así como a promocionarlo o recomendarlo a otras personas si la experiencia es positiva. Suelen tener una necesidad específica que desean cubrir lo antes posible, por lo que no buscan un producto totalmente desarrollado, sino uno que pueda satisfacerles con rapidez.
Desgraciadamente, esta clase de clientes no suele abundar. Son pocos los que están dispuestos a pagar y probar un producto que todavía está en desarrollo, así como dar su feedback y las posibles correcciones para mejorar el artículo. Sin embargo, son fundamentales para desarrollar el PMV, puesto que sirven de punto de partida para el desarrollo de un producto y, al mismo tiempo, lo dan a conocer o publican información sobre él en redes sociales.
¿Qué resultados o beneficios aporta?
A pesar de ser un proceso elaborado y en ocasiones, lento, el PMV ofrece la posibilidad de realizar un estudio de mercado e implementar mejoras en el producto gradualmente hasta poder lanzar la versión final. De esta manera, se garantiza el éxito y la rentabilidad una vez esté en el mercado. Es posible que incluso cuente con cierta popularidad antes de salir a la venta, ya que muchos de los primeros clientes recomiendan o publican información referente al producto durante el período de prueba.
Por otra parte, crear un PMV no conlleva un gran gasto, sino todo lo contrario: existe una gran variedad de maneras de elaborar un producto mínimo viable de forma económica y sencilla. Es posible recurrir a métodos más orientados a la publicidad, como es el caso de páginas de aterrizaje o breves vídeos explicativos sobre el producto. En el primer caso, se trata de páginas extremadamente simples en las que la información es muy visual y solamente se solicitan los datos del cliente o se requieren muy pocas acciones para llegar hasta el producto.
También se puede hacer uso de fórmulas mucho más intrincadas, como es el caso del crowdfunding o del test A/B. En un crowdfunding, el emprendedor establece una recaudación de fondos con una meta específica para poder llevar a cabo las primeras versiones del producto u ofrecerlas a quienes hayan colaborado. En el caso del test A/B, el empresario debe emplear algo más de tiempo y dinero, ya que creará dos versiones diferentes del producto para poder ofrecerlas por separado al cliente y observar cuál de ellas obtiene unos mejores resultados y una mayor rentabilidad.
¿Cómo crear un PMV?
Después de saber qué es un PMV y algunos métodos para aplicarlo, es fundamental seguir unas pautas si se quiere crear un producto mínimo viable que ofrezca unos resultados óptimos para un modelo de e-commerce:
- Identificar las necesidades del mercado: Cuando se diseña un producto, debe tenerse en cuenta lo que necesitan los clientes, e intentar que solo nuestro producto pueda cubrir esas necesidades frente a las alternativas de la competencia.
- Definir y perfilar al cliente objetivo: Tras determinar qué necesidades satisface el producto, es el momento de estudiar cuál es el cliente ideal. Además de necesitar el artículo, tiene que estar dispuesto a pagarlo y hablar de él a amigos y conocidos. En el caso de los PMV, también sería idóneo que el usuario diese su opinión y describiera su experiencia, tanto a la empresa como a los demás.
- Crear el PMV: Una vez que se cuenta con toda la información anterior, se puede elaborar el PMV. El método de producción y distribución a los early adopters varía en función del capital que se destine a esta versión experimental del producto: es posible crear varias versiones de prueba o incluso financiarlas directamente por medio de los primeros usuarios, ofreciendo ventajas o recompensas a los clientes que colaboren en la recaudación.
- Analizar los resultados obtenidos: Tras recopilar todas las opiniones y experiencias de los clientes, se aplica dicha información al desarrollo del producto para realizar mejoras y adaptaciones de cara a la versión final que se lanzará al mercado. Es vital contar con una cantidad considerable de feedback para llevar a cabo cambios objetivos y acercar el producto un poco más a la fase final de desarrollo.
Ejemplos prácticos de PMV
En la práctica, existen numerosos ejemplos de PMV que han funcionado con éxito, e incluso algunos de ellos han acabado resultando en negocios de millones de dólares. No todos han aplicado los mismos métodos para recopilar información o financiarse, pero esto solo demuestra que no existe una única manera de crear un producto mínimo viable. A continuación, enumeramos algunos de los casos más famosos del mundo de los e-commerce:
- Zappos: Este modelo de e-commerce se decantó por la técnica Mago de Oz, que consiste en hacer creer a los clientes que el proceso de elaboración está automatizado cuando en realidad es manual. De esta manera, se puede ofrecer una atención más personalizada y realizar mejoras a tiempo real haciendo que parezca que el producto está en pruebas. Zappos era una zapatería online que se asoció con un zapatero local y que, finalmente, fue comprada por Amazon en 2009 por 1,2 billones de dólares.
- Buffer: En este caso, se optó por una página de aterrizaje en la que se explicaban brevemente las características del producto y se preguntaba a los clientes si estaban dispuestos a pagar una pequeña cantidad por el programa. También se les ofrecía la posibilidad de dar su correo electrónico para que se les avisara del lanzamiento de la versión final del programa. Buffer consiguió más de 100.000 usuarios en 9 meses con tan solo una página de aterrizaje.
PMV: un riesgo seguro
A pesar de las complicaciones y riesgos que supone emprender en un e-commerce, actualmente existen muchas opciones para poder lanzar un producto nuevo sin perder dinero. Como ya hemos visto, el PMV es una de ellas, nos permite obtener opiniones y comentarios de los clientes de primera mano para mejorar el producto. Mediante la creación de este producto mínimo viable, se estudian las características que debe tener para lanzarse al mercado, así como la atención que suscita y si es rentable o no.
Por otro lado, el feedback de los primeros clientes es muy valioso, ya que sirven para implementar los primeros cambios y mejoras en el producto inicial. Además, estos early adopters pueden popularizar el producto tras haberlo probado mediante reseñas, comentarios directos e incluso publicaciones o promoción en redes sociales. Los PMV son una gran alternativa para poder lanzar un producto y hacer un estudio de mercado de forma rentable y efectiva. Son toda una tendencia de marketing digital y su uso es cada vez más frecuente.